lunes, 29 de septiembre de 2014

Funeral

Para oídos sordos
Todos somos iguales
El asesino y el muerto
El vivo y el Dios
Los violentos duermen en calma
Y las víctimas reposan
En sillas de plata
Con flores recordándolos
En medio de la niebla fría
De una paz eterna, sin llantos ni desidia
Todo duerme
Sin  miedo de despertar
Alas desplegadas
Atadas al cemento
Tratan de motivar

Al alma inmortal

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